Las tres herramientas principales del diseño de interiores que definen nuestra experiencia en el espacio son los materiales, la luz y el color. La iluminación suele ser el componente más potente, ya que transforma por completo la sensación que transmite un entorno. La mayoría olvida que la luz y el color están estrechamente relacionados, y que nuestra percepción del tono y la saturación depende del tipo y la intensidad de la iluminación. Un uso adecuado de la iluminación de color, y no sólo de tonos blancos, puede incluso infundir vida y energía a una habitación que de otro modo quedaría deslucida. Entonces, ¿cómo trabajar con la luz y el color en su espacio? Le ayudaremos a desmenuzarlo todo.
Cómo elegir la temperatura de color adecuada de la luz blanca:
Iluminación cálida (2200-3000K):
- Espacios ideales: Dormitorios, salones y comedores.
- El cálido y favorecedor resplandor de la luz en esta gama de temperatura de color contribuye a crear un ambiente acogedor y atractivo. Perfecta para espacios en los que la comodidad y la relajación son primordiales, como dormitorios o zonas diseñadas para relajarse.
- Las temperaturas de color más bajas de esta gama se ajustan mejor a los ciclos circadianos del sueño humano. Piensa que la luz del día y las puestas de sol indican al cuerpo que se relaje y se prepare para dormir.
Iluminación fría (3500-5000K):
- Espacios ideales: Escuelas, talleres, lavanderías, garajes, espacios de trabajo comerciales, entornos médicos.
- Descripción: La iluminación fría imparte un ambiente energizante, por lo que es muy adecuada para espacios en los que se necesita concentración y energía. La iluminación nítida y vibrante de las temperaturas de color más altas puede ofrecer una reproducción más fiel de los colores azules. Por lo tanto, si la visibilidad precisa de tonos y matices es esencial, la iluminación fría es el camino a seguir.
- Las temperaturas de color más altas imitan la luz solar del mediodía, que también indica a nuestro sistema nervioso que funcione con la máxima energía y alerta. Aunque esto es estupendo para entornos laborales, puede provocar insomnio en entornos residenciales.
Uso de la iluminación de color (rojo, verde, azul)
Destacar las características arquitectónicas y paisajísticas:
La iluminación de color puede acentuar estratégicamente los elementos arquitectónicos, añadir un toque festivo a las fiestas, crear puntos focales o crear ambiente en un paisaje. Ya sea iluminando un elemento de diseño único o proyectando un brillo vibrante sobre una pared con textura, las luces de colores añaden un carácter distintivo y una capa de interés visual. Sin embargo, utilízalas con moderación o correrás el riesgo de parecer un parque de atracciones o un campo de minigolf.
Ambiente interior:
El sistema nervioso humano puede ser muy sensible a la luz de colores intensos. Mientras que los tonos azules pueden ser relajantes, los rojos o rosas pueden ser energizantes o incluso alarmantes. Fíjese en la naturaleza como guía para el uso del color en interiores: los tonos dorados evocan relajantes puestas de sol, los verdes, bosques tranquilos y verdes, y los azules recuerdan tranquilas masas de agua. Las versiones menos intensas del color (verdes pálidos, rosas suaves) son más tolerables durante periodos más largos. Por el contrario, los tonos muy saturados (azul oscuro, verde o rojo) evocan fuertes respuestas viscerales y sólo es mejor utilizarlos para breves momentos o eventos como fiestas.
Iluminación de colorLa iluminación, ya sea blanca o muy saturada, ofrece una forma de influir inmediatamente en el estado de ánimo y los niveles de energía de cualquier espacio, abriendo un mundo de posibilidades. Desde la elección de la temperatura de color adecuada hasta el uso creativo de luces de colores, nuestro equipo puede ayudarle a explorar el poder transformador de la iluminación creando un entorno bien iluminado y visualmente cautivador.